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21K en Santiago de Chile

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20130407-195935

“Si corres ese 21k lo haces con plantillas, después te vas a rehabilitación”, me dijo el doctor antes de venir a Santiago de Chile. El tema de la fascitis me trae loca y en el Medio Maratón de NY se me lastimó la rótula, yo no me puedo dar ciertos atascamientos, mis rodillas están operadas hace más de 15 años.
“No importa que me duela, yo termino así sea a rastras”, me repetía muchas veces en este carrera.
Al kilómetro 3 los dedos dormidos, al km 10 el metatarso del pie izquierdo me ardía, km 18 “ay señor, mis piecitos”, de pronto se me atraviesa una señora que me dice: “si ya parimos esto no es nada”, me da risa el comentario aunque recuerdo que a mí los maratones me duelen más pero me levanto y le doy más rápido.
Salimos a las 9 am después de despedir a los Super Runners adidas, ya el sol apretaba. Un recorrido hermoso, lleno de vida. Agradezco estar ahí corriendo, a pesar del dolor que no me gusta mencionar y que me aguanto. Pasamos a un lado de Lollapalooza, donde estaba el primer punto de hidratación en el km 5, sólo hubo cada 5 y después del 15 cada 3km, el nuevo formato que aplican las carreras para evitar hiponatremia. Los chilenos super animados y el sol calaba de frente en algunas avenidas.
Al llegar a la meta una vuelta interminable para recoger la medalla sin tanta parafernalia como en México. Agua y Gatorade que tienes que ir por ellos, nada de que te estén esperando para dártelos.
Mientras caminaba para encontrarme en la carpa adidas, pensé que ya no estoy disfrutando las carreras, que cada vez duele más esta fascitis y que la rótula está chillando. Correr no debe doler así, creo que es hora de hacerle caso al doc que me pidió 6 semanas de trabajo de rehabilitación.
Yo como a muchos, me cuesta aceptarlo, pero la experiencia me ha enseñado que es mejor parar lo necesario. Cada vez que me asalta el orgullo pienso que estaré más orgullosa si paso 50 años de mi vida corriendo, que si me atasco ahora y en pocos meses estaré fuera de circulación. Aquí no hay fórmulas nuevas ni milagros ni nada, la vida te pasa factura y el cuerpo tiene que estar fuerte. Y como yo no necesito demostrarle nada a nadie más que a mi misma, haré caso por el momento.
Es de sabios aceptar que esta máquina necesita reparación, tal cual un coche, y que odio estar gastando dinero y tiempo por mi terquedad, así que un trabajo de rehabilitación le vendrá bien para estar al 100% en el Maratón de Chicago.
El Maratón de Chile es espectacular en cuanto a organización y se nota. Corre gente de varios países y Kenia ganó todo. De hecho Julius Keter rompió récord de este maratón con 2:11:44 y Jacqueline Kiplimo también de Kenia rompió con 2:30:50. La gente es increíble y la ciudad hermosa. De verdad que estoy agradecida con ellos.
Y qué les puedo decir de los SuperRunners adidas, corredores que les falta poco para llegar a ser elites. Personas de entre 26 y 45 años, que tienen tiempos de entre 2:48 y 3:18 en maratón y que tienen una vida aparte de correr. Amables, sencillos, cero ególatras y sin envidias ni con ardidez por los tiempos (felicidades a la marca por haberlos elegido tan bien!) con los pies en la Tierra, unos ya son entrenadores, otros compartieron sus planes de entrenamiento y sus tips, chicos y chicas con grandes historias que ya les contaré. Amo convivir con esa gente, de la cual puedes aprender mucho. Gracias a la marca adidas por esta iniciativa, por invitarme y por dejarme conocerlos.
De México son Gabriela Alessio (quien entrenaba en el mismo equipo que yo en la Ibero) y Pepe Beker (quien bajó 30 kilos corriendo y su historia fue contada en RW), hoy hicieron 3:15 y 2:59 en maratón. De Chile, Katherine Menke y Agustín Oyarzun; de Argentina, Yanira Forgia y Juan Pablo Calviño; de Colombia, Ana María Muñoz y Will Vargas y de Perú, Sandra Morris y Miguel Ruiz.
Corrí con Boost por segunda vez unos 21k, pero esa historia ya se las contaré más adelante.
Vámonos a rehabilitación que nos esperan más carreras!!!

“Si corres ese 21k lo haces con plantillas, después te vas a rehabilitación”, me dijo el doctor antes de venir a Santiago de Chile. El tema de la fascitis me trae loca y en el Medio Maratón de NY se me lastimó la rótula, yo no me puedo dar ciertos atascamientos, mis rodillas están operadas hace más de 15 años.
“No importa que me duela, yo termino así sea a rastras”, me repetía muchas veces en este carrera.
Al kilómetro 3 los dedos dormidos, al km 10 el metatarso del pie izquierdo me ardía, km 18 “ay señor, mis piecitos”, de pronto se me atraviesa una señora que me dice: “si ya parimos esto no es nada”, me da risa el comentario aunque recuerdo que a mí los maratones me duelen más pero me levanto y le doy más rápido.
Salimos a las 9 am después de despedir a los Super Runners adidas, ya el sol apretaba. Un recorrido hermoso, lleno de vida. Agradezco estar ahí corriendo, a pesar del dolor que no me gusta mencionar y que me aguanto. Pasamos a un lado de Lollapalooza, donde estaba el primer punto de hidratación en el km 5, sólo hubo cada 5 y después del 15 cada 3km, el nuevo formato que aplican las carreras para evitar hiponatremia. Los chilenos super animados y el sol calaba de frente en algunas avenidas.
Al llegar a la meta una vuelta interminable para recoger la medalla sin tanta parafernalia como en México. Agua y Gatorade que tienes que ir por ellos, nada de que te estén esperando para dártelos.
Mientras caminaba para encontrarme en la carpa adidas, pensé que ya no estoy disfrutando las carreras, que cada vez duele más esta fascitis y que la rótula está chillando. Correr no debe doler así, creo que es hora de hacerle caso al doc que me pidió 6 semanas de trabajo de rehabilitación.
Yo como a muchos, me cuesta aceptarlo, pero la experiencia me ha enseñado que es mejor parar lo necesario. Cada vez que me asalta el orgullo pienso que estaré más orgullosa si paso 50 años de mi vida corriendo, que si me atasco ahora y en pocos meses estaré fuera de circulación. Aquí no hay fórmulas nuevas ni milagros ni nada, la vida te pasa factura y el cuerpo tiene que estar fuerte. Y como yo no necesito demostrarle nada a nadie más que a mi misma, haré caso por el momento.
Es de sabios aceptar que esta máquina necesita reparación, tal cual un coche, y que odio estar gastando dinero y tiempo por mi terquedad, así que un trabajo de rehabilitación le vendrá bien para estar al 100% en el Maratón de Chicago.
El Maratón de Chile es espectacular en cuanto a organización y se nota. Corre gente de varios países y Kenia ganó todo. De hecho Julius Keter rompió récord de este maratón con 2:11:44 y Jacqueline Kiplimo también de Kenia rompió con 2:30:50. La gente es increíble y la ciudad hermosa. De verdad que estoy agradecida con ellos.
Y qué les puedo decir de los SuperRunners adidas, corredores que les falta poco para llegar a ser elites. Personas de entre 26 y 45 años, que tienen tiempos de entre 2:48 y 3:18 en maratón y que tienen una vida aparte de correr. Amables, sencillos, cero ególatras y sin envidias ni con ardidez por los tiempos (felicidades a la marca por haberlos elegido tan bien!) con los pies en la Tierra, unos ya son entrenadores, otros compartieron sus planes de entrenamiento y sus tips, chicos y chicas con grandes historias que ya les contaré. Amo convivir con esa gente, de la cual puedes aprender mucho. Gracias a la marca adidas por esta iniciativa, por invitarme y por dejarme conocerlos.
De México son Gabriela Alessio (quien entrenaba en el mismo equipo que yo en la Ibero) y Pepe Beker (quien bajó 30 kilos corriendo y su historia fue contada en RW), hoy hicieron 3:15 y 2:59 en maratón. De Chile, Katherine Menke y Agustín Oyarzun; de Argentina, Yanira Forgia y Juan Pablo Calviño; de Colombia, Ana María Muñoz y Will Vargas y de Perú, Sandra Morris y Miguel Ruiz.
Corrí con Boost por segunda vez unos 21k, pero esa historia ya se las contaré más adelante.
Vámonos a rehabilitación que nos esperan más carreras!!!

*Publicado el 7 de abril de 2013

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